Diseases & Conditions
Pie zambo (Clubfoot)
El pie zambo es una deformidad en la que el pie del bebé está rotado hacia adentro, a menudo de forma tan grave que la parte posterior del pie se orienta hacia un lado o, incluso, hacia arriba. Aproximadamente 1 de cada 1,000 bebés que nacen vivos tiene pie zambo, lo que la convierte en una de las deformidades congénitas (presentes en el nacimiento) del pie más comunes.
El pie zambo no es doloroso durante la primera infancia. Sin embargo, si esta anomalía no se trata, el pie permanecerá deformado y el niño no podrá caminar con normalidad. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los niños pueden disfrutar una amplia variedad de actividades físicas con poco rastro de la deformidad.
La mayoría de los casos de pie zambo se tratan con éxito con métodos no quirúrgicos que pueden incluir una combinación de estiramiento, enyesado y uso de férula. Por lo general, el tratamiento comienza poco después del nacimiento.
Descripción
En el pie zambo, los tendones que conectan los músculos de la pierna con los huesos del pie son cortos y tensos, lo que causa que el pie se rote hacia adentro.
Si bien el pie zambo se diagnostica en el nacimiento, muchos casos se descubren primero durante una ecografía prenatal. Aproximadamente la mitad de los niños con pie zambo tienen ambos pies afectados. Los niños varones tienen el doble de probabilidades que las niñas de tener esta deformidad.
Apariencia
El pie zambo puede ser leve a grave, pero habitualmente tiene la misma apariencia general. El pie está rotado hacia adentro y, a menudo, se ve un pliegue profundo en la parte posterior del pie.
En las extremidades afectadas con pie zambo, el pie y la pierna son levemente más cortos de lo normal, y la pantorrilla es más delgada debido al poco desarrollo de los músculos. Estas diferencias son más evidentes en niños con pie zambo en solo un lado.
Clasificación
Con frecuencia, el pie zambo se clasifica ampliamente en dos grupos principales:
- El pie zambo aislado (idiopático), que es la forma más común de la deformidad, ocurre en niños que no tienen ningún otro problema médico.
- El pie zambo no aislado ocurre en combinación con diversas afecciones médicas o trastornos neuromusculares, como artrogriposis y espina bífida. Si el pie zambo de su hijo está asociado con una afección neuromuscular, el pie zambo:
- puede ser más resistente al tratamiento;
- requiere un curso de tratamiento no quirúrgico más prolongado;
- puede incluso requerir varias cirugías.
Independientemente del tipo o la gravedad, el pie zambo no mejora sin tratamiento. Un niño con pie zambo sin tratar:
- caminará con el borde externo del pie en lugar de con la planta;
- tendrá callos dolorosos;
- no podrá usar zapatos;
- tendrá dolor crónico en los pies que, a menudo, limita considerablemente la actividad.
Se debe asegurar a los padres de bebés nacidos con pie zambo y sin otros problemas médicos significativos de que, con un tratamiento adecuado, sus hijos tendrán pies que les permitan llevar una vida normal y activa.
Causas
Los investigadores aún no tienen certezas sobre la causa del pie zambo. La teoría más ampliamente aceptada es que la causa del pie zambo es una combinación de factores genéticos y ambientales. Sin embargo, lo que se sabe es que el riesgo es mayor en familias con antecedentes de pie zambo.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es obtener un pie funcional y sin dolor que permita estar de pie y caminar con la planta del pie firme sobre el suelo.
Tratamiento no quirúrgico
El tratamiento inicial del pie zambo es no quirúrgico, independientemente de la gravedad de la deformidad.
Método Ponseti. La técnica más utilizada en Norteamérica y en todo el mundo es el método Ponseti, en el que se usan estiramientos suaves y enyesado para corregir progresivamente ladeformidad.
Idealmente, el tratamiento debe comenzar poco después del nacimiento, pero también se ha tratado con éxito a bebeacute;s mayores con el método Ponseti. Los elementos del método incluyen lo siguiente:
- Manipulación y uso de yeso. Se estira suavemente el pie de su bebé, se manipula para posicionarlo correctamente y se sostiene en su lugar con un yeso a la largo de la pierna (desde los dedos del pie hasta el muslo). Este proceso de estiramiento, reposicionamiento y enyesado se repite cada semana hasta lograr una gran mejoría en el pie. En la mayoría de los bebés, esta mejoría lleva alrededor de 6 a 8 semanas.
- Tenotomía del tendón de Aquiles. Después del período de manipulación y enyesado, aproximadamente el 90 % de los bebés necesita un procedimiento menor para aliviar la tensión continua del tendón de Aquiles (tendón calcáneo). Durante este procedimiento rápido (llamado “tenotomía”), el médico de su hijo utilizará un instrumento muy delgado para cortar el tendón. El corte es muy pequeño y no requiere suturas. Se colocará un nuevo yeso en la pierna para proteger el tendón mientras cicatriza, lo que lleva alrededor de 3 semanas. Para el momento en que se retire el yeso, el tendón de Aquiles habrá vuelto a crecer con una longitud mayor y adecuada, y el pie zambo se habrá corregido totalmente.
- Uso de férula. Incluso después de una corrección exitosa con enyesado, el pie zambo tiene una tendencia natural a recidivar (volver a aparecer). Para garantizar que el pie quede permanentemente en la posición correcta, su bebé deberá usar una férula (habitualmente llamada “botas y barra”) durante varios días. La férula mantiene el pie en el ángulo adecuado para conservar la corrección.
Durante los primeros 3 meses, su bebé usará la férula casi todo el tiempo (23 horas al día). El médico reducirá progresivamente el tiempo que su hijo debe usar la férula hasta que lo haga solo por la noche y a la hora de la siesta (alrededor de 12 a 14 horas al día). Si bien este programa de uso de férula puede ser exigente para los padres y las familias, es importante durante al menos 3 o 4 años para prevenir que el pie zambo vuelva a aparecer.
Hay varios tipos diferentes de férulas, pero todas consisten en zapatos, sandalias o calzado a medida que se sujetan a los extremos de una barra. La barra puede ser rígida (ambas piernas se mueven juntas) o dinámica (cada pierna se mueve de manera independiente). El médico de su hijo hablará con usted sobre el tipo de férula que satisfaga mejor las necesidades de su bebé.
Es posible que los bebés estén molestos durante los primeros días de uso de la férula y necesitarán tiempo para adaptarse. Al final de este artículo, en la sección titulada “Consejos útiles para el uso de férula”, se proporciona más información sobre cómo ayudar a su bebé a adaptarse a la férula.
- Consideraciones del método Ponseti. El método Ponseti ha demostrado ser sumamente eficaz para muchos niños. Sin embargo, requiere que la familia esté muy comprometida con la colocación correcta de la férula todos los días. Si la férula no se usa de la manera indicada, existe una probabilidad alta de que el pie zambo vuelva a aparecer.
Un pequeño porcentaje de niños presenta recaídas a pesar del uso correcto de la férula. Si el pie del niño se desliza fuera de la bota con regularidad, puede ser la primera señal de una recidiva leve de la deformidad. Si se aborda oportunamente, por lo general, se puede corregir con una serie de yesos y posiblemente una cirugía menor.
Además, aplicar el método Ponseti de manera correcta exige capacitación, experiencia y práctica. Asegúrese de pedir a su pediatra que lo remita a un cirujano pediátrico con experiencia en corrección no quirúrgica del pie zambo.
Método francés. Otro método no quirúrgico para corregir el pie zambo en el que se utilizan estiramientos, movilidad y vendaje. El método francés — también llamado “método funcional o de fisioterapia” — habitualmente es dirigido por un fisioterapeuta con capacitación y experiencia especializadas.
Como el método Ponseti, el método francés se comienza poco después del nacimiento y requiere la participación de la familia. Todos los días, se debe estirar y manipular el pie del bebé y luego vendarlo para mantener la amplitud de movimiento obtenida mediante la manipulación. Después del vendaje, se coloca una tablilla de plástico sobre la venda para mantener la amplitud de movimiento mejorada.
Este método requiere aproximadamente tres consultas al fisioterapeuta cada semana. Dado que este es un régimen diario, el terapeuta enseñará a los padres cómo hacerlo correctamente en casa.
Después de 3 meses, la mayoría de los bebés muestran una mejoría significativa en la posición del pie y las consultas al fisioterapeuta se requieren con menos frecuencia. Como los niños tratados con el método Ponseti, los bebés tratados con el método francés a menudo requieren una tenotomía del tendón de Aquiles para mejorar la dorsiflexión del tobillo (la dorsiflexión es la capacidad para flexionar el pie hacia atrás y contraerlo, como cuando flexiona los dedos de los pies hacia la pantorrilla).
Para evitar que el pie zambo vuelva a aparecer, la familia debe continuar el régimen diario de estiramiento, vendaje y entablillado hasta que el niño tenga 2 o 3 años.
Tratamiento quirúrgico
Si bien muchos casos de pie zambo se corrigen con éxito con métodos no quirúrgicos, en ocasiones, la deformidad no se puede corregir por completo o regresa, a menudo, porque las familias tienen dificultades para seguir el programa de tratamiento. Además, algunos bebés tienen deformidades muy graves que no responden al estiramiento. Cuando esto sucede, puede ser necesaria una cirugía para ajustar los tendones, los ligamentos y las articulaciones del pie y el tobillo.
Dado que la cirugía suele dar lugar a un pie más rígido, particularmente a medida que el niño crece, se hace lo posible para corregir la deformidad en la mayor medida mediante métodos no quirúrgicos. Incluso los bebés con deformidades graves o pie zambo asociados con afecciones neuromusculares pueden mejorar sin cirugía. Si el pie del niño se corrigió parcialmente con estiramiento y enyesado, la cirugía necesaria para corregir completamente el pie zambo será menos extensa.
- La cirugía menos extensa se dirigirá solo a los tendones y las articulaciones que contribuyen a la deformidad. En muchos casos, esto incluye liberar el tendón de Aquiles en la parte posterior del tobillo o mover el tendón que se extiende desde la parte delantera del tobillo hasta el interior del mediopié (este procedimiento se llama “transferencia tendinosa del tibial anterior”).
- La cirugía reconstructiva mayor del pie zambo incluye la liberación extensa de varias estructuras de tejido blando (como ligamentos y tendones) del pie. Una vez que se logra la corrección, por lo general, se estabilizan (aseguran) las articulaciones del pie con clavos y un yeso a lo largo de la pierna mientras el tejido blando cicatriza.
Después de 4 a 6 semanas, el médico retirará los clavos y el yeso, y habitualmente colocará un yeso a mitad de la pierna, que se usa durante 4 semanas más. Después de que se retira el último yeso, aún es posible que los músculos del pie de su hijo intenten volver a la posición del pie zambo, por lo que es probable que deba usar zapatos o férulas especiales por hasta 1 año o más después de la cirugía.
Las complicaciones más comunes de la liberación extensa del tejido blando es la corrección excesiva de la deformidad, rigidez y dolor
Resultados
El pie zambo de su bebé no mejorará por sí solo. Con tratamiento, su hijo debería tener un pie casi normal y podrá correr, jugar y usar zapatos normales.
- El pie afectado suele ser 1 a 1-1/2 tallas más pequeño y un poco menos móvil que el pie normal.
- Los músculos de la pantorrilla de la pierna con pie zambo de su hijo también quedarán más pequeños, por lo que es posible que su hijo se queje de dolor en las piernas o se canse más rápido que otros niños de su edad.
- La pierna afectada también puede ser levemente más corta que la pierna no afectada, pero este no suele ser un problema significativo.
Consejos útiles para el uso de férula
Juegue con su hijo mientras usa la férula
Esta es la clave para superar rápidamente la irritabilidad. Si su hijo usa la barra rígida, puede patear y balancear las piernas de forma simultánea con la férula puesta. Puede lograr esto doblándole y enderezándole las rodillas suavemente, empujando y jalando de la barra de la férula. Si su hijo usa la barra dinámica, también es útil moverle suavemente las piernas hacia arriba y hacia abajo a medida que su hijo se adapta a la férula.
Cree una rutina
Los niños se desempeñan mejor si crea una rutina fija para el uso de la férula. Durante los años en que su hijo use la férula por la noche y a la hora de la siesta, colóquele la férula cada vez que su hijo vaya al “lugar para dormir”. Su hijo pronto se dará cuenta de que cuando sea la hora de dormir, será el momento de usar la férula. Es menos probable que su hijo se queje si es una rutina continua.
Acolchone la barra
La almohadilla del manubrio de la bicicleta funciona bien para hacer esto. Al acolchonar la barra, protegerá a su hijo, a usted mismo y a sus muebles de la barra de metal.
Nunca use loción en la piel
La loción empeorará el problema. Es normal que haya enrojecimiento con el uso de la férula. Las manchas rojas brillantes o las ampollas, especialmente en la parte posterior del talón, suelen indicar que el talón se está deslizando. Asegúrese de que el talón permanezca apoyado en el zapato ajustando las correas o las hebillas. Es importante verificar los pies de su hijo varias veces al día después de comenzar con el uso de la férula para asegurarse de que no aparezcan ampollas.
Evite los escapes
Si el pie de su hijo se sigue deslizando fuera de la férula, pruebe con los siguientes consejos. Después de cada paso, verifique si el talón está apoyado. Si no es así, continúe con el siguiente paso.
- En el caso de las botas o las sandalias que tienen una sola correa, ajústela pasándola por un agujero más, usando su dedo pulgar para sostener el pie y la lengüeta en su lugar. En el caso de las botas con varias correas, ajuste primero la correa del medio, usando su dedo pulgar para sostener el pie y la lengüeta en su lugar.
- Pruebe con dos calcetines. En el caso de las botas con una plantilla removible, coloque un calcetín directamente sobre el pie y un segundo calcetín sobre la plantilla para llenar el espacio que sobra.
- Retire la lengüeta del zapato; esto no le hará daño a su hijo.
- Pruebe atar los zapatos de arriba a abajo, de modo que el moño quede a la altura de los dedos del pie.
- Use cordones redondos de 40 pulgadas.
- Pruebe con calcetines de algodón más finos o más gruesos, o los que tienen suelas antideslizantes.
Last Reviewed
marzo 2024
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