Diseases & Conditions
Fracturas en el cartílago de crecimiento (Growth Plate Fractures)
Los huesos de los niños y los adultos comparten muchos de los mismos riesgos de sufrir lesiones. Sin embargo, debido a que todavía están creciendo, los huesos de los niños también están sujetos sufrir una lesión particular llamada fractura en el cartílago de crecimiento.
Los cartílagos de crecimiento se ubican cerca de los extremos de los huesos. Debido a que son la última parte que se endurece en los huesos de los niños, los cartílagos de crecimiento son particularmente vulnerables a las lesiones.
El cartílago de crecimiento ayuda a determinar qué longitud y forma tendrá el hueso maduro a futuro; por este motivo, este tipo de fractura suele requerir una atención inmediata. Si no se trata de forma adecuada, podría dar como resultado una extremidad doblada o de longitud desigual en comparación con la extremidad opuesta.
Por fortuna, los problemas graves son poco frecuentes. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las fracturas en el cartílago de crecimiento se consolidan sin complicaciones.
Anatomía
Los cartílagos de crecimiento se encuentran en los huesos largos del cuerpo; es decir, aquellos que son más largos que anchos. Entre los huesos largos podemos mencionar el fémur, el radio y el cúbito en el antebrazo, como también los huesos metacarpianos en las manos.
La mayoría de los huesos largos del cuerpo tienen al menos dos cartílagos de crecimiento, uno en cada extremo. Los cartílagos de crecimiento están ubicados entre la parte ensanchada de la diáfisis del hueso (metáfisis) y el extremo del hueso (epífisis).
Los huesos largos del cuerpo no crecen desde el centro hacia afuera, sino que el crecimiento ocurre en cada extremo del hueso, alrededor del cartílago de crecimiento. Cuando un niño completa su crecimiento, los cartílagos de crecimiento se endurecen hasta convertirse en hueso sólido.
Descripción
La mayoría de las fracturas del cartílago de crecimiento ocurren en los huesos largos de los dedos de la mano. También son comunes en el hueso externo del antebrazo (radio) y los huesos inferiores de la pierna (tibia y peroné).
Las fracturas en los cartílagos de crecimiento varían mucho en cuanto al riesgo de que ocurran problemas en el crecimiento. Los factores que afectan el riesgo de que ocurran problemas con el paso del tiempo incluyen lo siguiente:
- La edad del paciente
- El hueso afectado
- El patrón específico de la fractura
- En qué medida se ha desalineado el hueso (desplazado)
En algunas zonas del cuerpo, como en los dedos de las manos de los niños más pequeños, el diagnóstico y el tratamiento a tiempo, antes de que se consolide el hueso, a veces pueden prevenir la necesidad de realizar tratamientos más invasivos. Otras fracturas en los cartílagos de crecimiento, como los que rodean la rodilla, se asocian a un mayor índice de problemas y, por lo tanto, requieren una observación y un seguimiento minuciosos.
Clasificación de las fracturas en el cartílago de crecimiento
Se han establecido varios sistemas de clasificación que categorizan los diferentes tipos de fracturas en el cartílago de crecimiento. Quizás el que más usan los médicos es el sistema de clasificación Salter-Harris, que se describe abajo.
Fracturas de tipo I
En estas fracturas se quiebra el hueso a la altura del cartílago de crecimiento: se separa la epífisis de la diáfisis, y se produce una ruptura completa del cartílago de crecimiento.
Fracturas de tipo II
En estas fracturas se quiebra parte del hueso a la altura del cartílago de crecimiento y la fractura también atraviesa la diáfisis. Este es el tipo más común de fractura en el cartílago de crecimiento.
Fracturas de tipo III
Estas fracturas atraviesan una parte del cartílago de crecimiento, y se desprende una parte de la epífisis. Este tipo de fractura es más común en los niños más grandes.
Fracturas de tipo IV
En estas fracturas se quiebra la diáfisis, el cartílago de crecimiento y la epífisis.
Fracturas de tipo V
Estas fracturas ocurren tras una lesión por aplastamiento causada por una fuerza de compresión en el cartílago de crecimiento. Estas fracturas son poco frecuentes.
Causas
Las fracturas del cartílago de crecimiento pueden ser resultado de un evento traumático único, como una caída o un accidente de automóvil, o el resultado de estrés y uso excesivo crónicos.
Tipos de fracturas del cartílago de crecimiento
Por lo general, las fracturas en el cartílago de crecimiento son consecuencia de un evento particular, como una caída o un accidente automovilístico. También pueden producirse de forma gradual como resultado de una sobrecarga repetitiva en el hueso, que puede ocurrir cuando un niño entrena en exceso en una actividad deportiva.
Todos los niños en etapa de crecimiento corren el riesgo de sufrir lesiones en el cartílago de crecimiento, pero existen determinados factores que pueden aumentar la posibilidad de que esto ocurra:
- Las fracturas en el cartílago de crecimiento ocurren con el doble de frecuencia en niños que en niñas, debido a que las niñas terminan de crecer antes que los niños.
- Las fracturas en el cartílago de crecimiento suelen ocurrir durante la participación en deportes competitivos como fútbol, básquetbol o gimnasia.
- Muchas fracturas en el cartílago de crecimiento ocurren durante la participación en actividades recreativas, como andar en bicicleta, andar en trineo, esquiar o andar en patineta.
- La incidencia de las fracturas en el cartílago de crecimiento alcanza a su punto máximo en la adolescencia.
Síntomas
Una fractura en el cartílago de crecimiento suele causar dolor persistente. Otros síntomas comunes son los siguientes:
- Deformidad visible, como una extremidad con aspecto torcido
- Incapacidad de mover la extremidad o ejercer presión sobre esta
- Cojera persistente
- Inflamación, calor y dolor a la palpación en la zona que rodea el extremo del hueso, cerca de la articulación
Examen médico
Debido a que los huesos de los niños se sanan con rapidez, un médico debe examinar una posible lesión en el cartílago de crecimiento lo antes posible. Es importante que el hueso reciba el tratamiento adecuado antes de que comience a consolidarse.
Pruebas de diagnóstico por imágenes
Radiografías. Es probable que el médico de su hijo le ordene una radiografía para ayudar a determinar si se produjo una fractura en el cartílago de crecimiento. Con las radiografías se pueden obtener imágenes claras de las estructuras densas, como los huesos.
Otras pruebas de diagnóstico por imágenes. Si es necesario obtener más detalles, el médico puede ordenar otras pruebas que puedan mostrar mejor los tejidos blandos o estudios de corte transversal de la zona lesionada. Estas pruebas incluyen imágenes por resonancia magnética (IRM) o una tomografía computarizada (TC).
Exploración física
Después de preguntarle sobre los síntomas de su hijo y los antecedentes médicos, el médico realizará una exploración física minuciosa en la zona lesionada.
La exploración física es clave para diagnosticar fracturas en el cartílago de crecimiento, porque algunas fracturas sin desplazamiento en el cartílago de crecimiento no pueden detectarse en las radiografías. Esto se debe a que ocurren en la parte del hueso que está formada por cartílago, que no es tan densa como el hueso.
Además, como los huesos de los niños tienen una estructura distinta y se fracturan de maneras diferentes que los huesos de los adultos, pueden pasarse por alto con facilidad algunos cambios menores en las radiografías que indican la presencia de una fractura en el cartílago de crecimiento. Por otro lado, un especialista en pediatría podría reconocer algunas zonas con aspecto similar a una fractura como el desarrollo o la apariencia normal del cartílago de crecimiento.
Tratamiento
El tratamiento para las fracturas en el cartílago de crecimiento depende de muchos factores, como los siguientes:
- Qué hueso se lesionó
- De qué tipo es la fractura
- En qué medida se han desplazado los extremos fracturados del hueso
- Qué edad tiene el niño y cómo está de salud
- Qué lesiones relacionadas tiene
Tratamiento no quirúrgico
Muchas fracturas en el cartílago de crecimiento pueden consolidarse de forma eficaz con inmovilización: Se aplica un yeso en la zona lesionada, y el niño limita algunos tipos de actividad.
Los médicos suelen usar inmovilización con yeso cuando los fragmentos fracturados del hueso no se desplazaron de manera significativa. El yeso protegerá los huesos y los mantendrá en la posición adecuada mientras se consolidan.
A veces, una o dos semanas después, el hueso puede desalinearse y debe ser corregido. Hacer un seguimiento oportuno ayudará al médico de su hijo a descubrir esto a tiempo y a proseguir con el tratamiento correspondiente.
Tratamiento quirúrgico
Si los fragmentos de hueso se desplazaron y la factura está inestable, es posible que sea necesaria una cirugía. La cirugía que más se utiliza para tratar fracturas se denomina reducción abierta y fijación interna.
Durante el procedimiento, los fragmentos de hueso primero se reubican para restaurar la alineación normal (reducción). Luego, los huesos se fijan en el lugar con implantes especiales, como tornillos o alambres, o colocando placas de metal en la superficie externa del hueso.
En algunos casos, el hueso puede enderezarse con tracción, sin hacer ninguna incisión. El hueso se mantiene en su lugar con un yeso o clavos de metal. Luego, estos se retiran en el consultorio del médico una vez que haya avanzado la consolidación.
Se suele colocar un yeso después de la cirugía para proteger e inmovilizar la zona lesionada a medida que se consolida.
Complicaciones
Aunque la mayoría de las fracturas en el cartílago de crecimiento se consolidan sin consecuencias a largo plazo, puede haber complicaciones.
Rara vez, puede formarse una calcificación u osificación en la línea de la fractura, lo que impide el crecimiento del hueso o hace que el hueso se curve. Si esto ocurre, el médico de su hijo puede realizar un procedimiento para quitar la nueva formación ósea e insertar grasa u otros materiales para evitar que se vuelva a formar. Si el problema se diagnostica a tiempo, el médico puede realizar pequeñas cirugías para solucionarlo. Si el diagnóstico se demora mucho y el crecimiento ya alcanzó etapas avanzadas o finalizó, o el hueso está muy curvado, será necesario hacer un procedimiento más complejo para enderezar el hueso.
En otros casos, una fractura en el cartílago de crecimiento puede estimular el crecimiento, de modo que el hueso lesionado termina siendo más largo que el de la extremidad contraria no lesionada. Si esto ocurre, una cirugía puede ayudar a lograr una longitud más uniforme.
Recuperación
Los huesos de un niño se sanan con rapidez, pero una fractura en el cartílago de crecimiento puede tardar varias semanas en consolidarse por completo. Si se usa una inmovilización con yeso, el tiempo que se usará el yeso variará en función de la gravedad de la fractura.
Después de que el hueso se consolide, el médico de su hijo puede recomendarle ejercicios específicos para fortalecer los músculos que soportan la zona lesionada del hueso y mejorar la amplitud de movimiento de la articulación.
Desenlaces clínicos a largo plazo
Las fracturas en el cartílago de crecimiento en las que hay riesgos de complicaciones deben tratarse a tiempo y vigilarse atentamente para garantizar un desenlace clínico positivo a largo plazo. Las consultas de seguimiento con el médico deben continuar durante al menos un año después de la lesión para determinar si el cartílago de crecimiento está creciendo de forma adecuada.
Las fracturas más complicadas, como también las fracturas del fémur y la tibia, pueden requerir consultas de seguimiento hasta que el niño alcance la madurez ósea.
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Last Reviewed
noviembre 2022
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